jueves, 11 de noviembre de 2010

Rabia

El tiempo pasa, y somos nosotros también los que pasamos.
No dejo de pensar en cómo han cambiado las cosas: todas aquellas tardes de risas, de conversaciones que rozan el absurdo, las llamadas que duraban horas y en las que en realidad no nos contábamos nada, experiencias vividas, sinceras confesiones... todas ellas se han tornado en miradas huidizas, sonrisas cordiales y silencios.
No conseguimos encontrar a quienes éramos. Y duele, porque esa persona con quien tantos recuerdos compartimos, esa persona que tanto nos gustaba, se marchó sin que ni siquiera nos diésemos cuenta.

1 comentario:

  1. Te entiendo perfectamente... "no conseguimos encontrar a quienes éramos". No dejes nunca de escribir pequeña, has nacido para ello :)

    ResponderEliminar