Es curioso cómo el azar juega muchas veces y te pone en circunstancias en que hace cosa de un año te hubiese encantado encontrarte por despecho. Es curioso cómo, con tiempo de por medio, ya todo te da igual, y no es porque seas mejor ni la otra persona peor, es que simplemente hay cosas que cambian y cosas que no. Y es ese cambio el que marca la diferencia. Y la
indiferencia.
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